Sin embargo, uno de los mayores desacuerdos de Jackson con la compañía Thomas Cook fue la "grosería" de los clientes españoles con los que compartía hotel, que le ponían "de los nervios", según ha confesado. "Un día, un chico español casi me tira al suelo, y se marchó sin disculparse", ha explicado Jackson, que ha lamentado también que el entretenimiento del hotel estuviese enfocado a los clientes españoles.